El tema del “Combate de Manchalá” sigue generando
polémica política porque el “Relato Oficial” no se ajusta a la verdad
histórica. Los Suboficiales y los Soldados Conscriptos que lucharon entonces
(en 1975) están vivos, y ellos luchan por la Verdad. Nosotros también. Los 2
Suboficiales y los 10 conscriptos no salieron por su cuenta a atacar a nadie.
Ellos estaban cumpliendo órdenes legales para la “defensa de la Constitución y
de sus leyes” dictadas por el Poder Ejecutivo Nacional.
El tema de Manchalá tiene que ver con la raíz de la
tragedia política que vivimos desde hace años en Argentina: EL RELATO
MENTIROSO. Nadie cuestiona que el hecho haya existido, el problema es cómo se
lo presenta, y nosotros ahora, analizamos por qué se lo presenta así.
El combate tuvo lugar en la localidad tucumana de Manchalá,
muy cerca de Famaillá, el 28 de mayo de 1975, durante el Operativo
Independencia, en cumplimiento del Decreto Nacional de la Presidente constitucional
María Estela Martínez de Perón dictado en Enero de 1975.
El hecho fue así: una columna del Ejército
Revolucionario del Pueblo (ERP) durante su marcha hacia el Comando de la
Brigada del Operativo que estaba a unos 10 km, se encontró con un pequeño grupo
del Ejército Argentino, formado por un par de suboficiales y una decena de
conscriptos pertenecientes a la Compañía de Ingenieros de Montaña 5, destinados
en Salta, y que estaban en Tucumán por el Operativo Independencia. Eran
conscriptos bajo bandera, durante el servicio militar obligatorio de esos
jóvenes salteños.
Es importante precisar el contexto del hecho, y nunca
soslayarlo para decir Toda la Verdad. Argentina era gobernada por el gobierno
constitucional de María Estela Martínez de Perón, quien había asumido un año
antes cuando murió Juan Domingo Perón, presidente en ejercicio del poder.
La circunstancia era totalmente distinta a la Cuba del
dictador Batista y a la Bolivia de Barrientos, donde combatió el Che Guevara.
Aquellos eran gobiernos totalmente ilegítimos.
El de la Argentina de 1975 era constitucional
por elección del pueblo argentino, el soberano de hoy y de aquel entonces
también.
El propio presidente Juan Domingo Perón había echado
del movimiento peronista a Montoneros y al ERP, grupos que habían tomado una
posición distinta al de su líder. Lo hizo con la más auténtica simbología del
peronismo: los expulsó de la Plaza de Mayo, a la vista de todos y figuró en
todos los diarios. Lo cierto es que adoptaron una posición radicalizada,
tomando las armas para combatir al Gobierno Constitucional, y así atacaron a la
Constitución y al pueblo argentino.
Que se interpretara HOY que el pequeño monolito era un
monumento al terrorismo de Estado es totalmente disparatado, antojadizo y por
sobre todo: mendaz. Conmemoraba solamente el heroísmo de un puñado de
conscriptos bajo bandera que defendieron con su vida, su deber de defender el
orden constitucional.
La realidad es entonces que el hecho fue exactamente
al revés de la argumentación oficial para solicitar su demolición por parte de
Concejales del FPV de Salta, del Intendente de la ciudad y del Gobernador
actual de Salta.
También es culpable de la mentira oficial el Sr
Ministro de Defensa Nacional, quien con toda la documentación en su propio
ministerio, sostiene lo contrario al afirmar que “el
Estado democrático no puede asignar denominaciones honoríficas, placas o
menciones conmemorativas de carácter público a la represión ilegal y el quebrantamiento de la institucionalidad
democrática”.
El Sr Ministro miente, porque no hubo una represión
ilegal ni se quebrantó la institucionalidad democrática, cuando sucedió
Manchalá. Es desconocer que los conscriptos habían jurado defender a la Patria
y al orden constitucional, y eso es justamente lo que estaban haciendo desde
Enero 1975.
El Ejército estaba bajo el orden constitucional,
cumpliendo órdenes impartidas por el Gobierno Nacional mediante Decretos
públicos y legales. En aquel momento, esa era la realidad.
Estaban todas las condiciones constitucionales para
dirimir posiciones ideológicas no por las armas, sino asumiendo TODOS los
políticos de entonces (peronistas del gobierno y todos los opositores) su
responsabilidad. Entonces TODOS no lo
hicieron, y hoy se busca al chivo expiatorio mintiendo, con el triste silencio de muchos “opositores”
(u ¿“oportunistas”?).
La gran tragedia que vivimos en la Argentina de ahora
es que nunca los políticos (TODOS) y la población toda no se animan a reconocer
aquel error histórico y seguimos considerando aún HOY como un error del
gobierno federal (el gobierno peronista ortodoxo, no marxista, de 1975) para ordenar
a sus Fuerzas Armadas que luchen contra los que sostenían la ideología marxista
que trataban de lograr el poder mediante el uso de la fuerza.
Los argentinos no debemos olvidar los enormes apoyos
financieros, de preparación militar y de armas que recibían los subversivos
desde Cuba, y de otros países de Europa, todo ello en forma desembozada.
No se justifica de ninguna manera que hoy un gobierno
constitucional que se auto titula peronista, cuestione y mienta deliberadamente
respecto de lo resuelto legalmente por otro gobierno peronista y tan legal como
el actual. Esa es la verdad completa y es la única realidad.
Entonces ¿Por qué se miente desde todos los niveles?
Ni la defensa del monumento ni nadie en este momento
estamos reivindicando el proceso militar. El proceso militar sucedió mucho
tiempo después, y es otro tema.
Demoler el pequeño monumento es pretender imponer por
la fuerza, patoteramente y basado en la mentira, un nuevo error histórico, que
tanto nos cuesta aceptar. Se pretende mantener dividido al pueblo en forma
irresponsable y artificial, para mantener el poder a cualquier costo. Eso es
faltar a la ética política, en forma muy
clara.
NO nos dejemos llevar por el Relato sesgado e
ideológico, que no se ajusta a ninguna verdad histórica, y sí a conveniencias
mezquinas y groseras. Eso es falto de ética.
Hoy ninguno se siente parte de alguna minoría poderosa
que busca preservar ningún privilegio, ni nadie es destituyente porque digamos
la Verdad completa.
Todo lo contrario: la inmensa mayoría es la que busca
y desea vivir en paz. Para ello se necesita que desde el PEN se suprima la
mentira oficial, y se destituyan a todos los funcionarios por irresponsables (civiles y militares) que
intervinieron en este hecho vergonzoso que se pretende tergiversar mediante
actos y apoyos falaces.
LA
VERDAD OS HARÁ LIBRES. Jesús de Nazareth,
hace 2000 años. Biblia.
Dado en Mar del
Plata, el 30 de Mayo de 2013.
JULIO P. LOBATO
Presidente de CRUX ONG
GUSTAVO DE BIANCHETTI
Ing Secretario CRUX ONG