Las
palabras del título fueron pronunciadas por vez primera el 25 May 1810, cuando
se prolongaban las deliberaciones del segundo Cabildo Abierto, y parecían que
las negociaciones estaban estancadas. Con ese grito, el pueblo hizo llegar por
escrito su pensamiento y se decidió entonces, en forma definitiva, y se votó a
la Primera Junta de Gobierno Patrio.
HOY, con
esa misma intención, y en el mes de un nuevo aniversario de nuestra Bandera
Nacional, repetimos con orgullo y sincero sentimiento de argentinos el mismo
grito para evitar, quizás, un nuevo negociado que se estaría armando en
silencio y a espaldas del pueblo.
Tal vez, en medio de tantas irregularidades de manejos de miles de millones de pesos argentinos, producidas por los políticos federales fundamentalmente, esto sea solamente una prevención, ante tantos problemas similares. Pretendemos avisar a tiempo, para no llorar después de los hechos sucedidos.
El Sr Eduardo Basualdo (hiper kirchnerista), al renunciar
al directorio de YPF hace pocos días expresó que lo hacía por «su desacuerdo
con las condiciones que había impuesto Chevron para abordar la explotación de
Vaca Muerta». Publicado en algunos diarios argentinos, en páginas interiores.
El país no fue informado suficientemente. El Honorable
Congreso Nacional ¿fue informado? Creemos que no lo fue. Nadie sabe hasta este
momento cuáles son esas condiciones impuestas por Chevron, ni tampoco cuáles
son las condiciones iniciales establecidas por el gobierno nacional.
No olvidemos, dicho como al pasar, que el accidente de
Castelar (3 muertos y cientos de heridos) fue tapado ¿deliberadamente?, con la
explotación de otra muerte de una joven también penoso, pero conducido
hábilmente casi como una Red Nacional. Hoy pocos ya hablan del primer caso. La
atención del pueblo fue dirigida al estilo nazista goebbeliano para entretenerlo
en cosas que no comprometan al gobierno federal. Mientras, el marxismo va por
todo.
Recordemos también, como al pasar, que el Yacimiento Vaca Muerta es el
tercero en importancia en el mundo, por el valor monetario del gas que
contiene. En nuestro país desde hace tiempo no hay Seguridad Jurídica y eso lo
sabemos nosotros y, mejor que nosotros lo saben los extranjeros. ¿Quién
invertiría capitales de 10 mil millones de dólares en estas circunstancias? ¿Con qué garantías y por cuántos pesos recuperarían el capital?
No hace falta ser un economista avezado para sospechar que nuestra
dirigencia política denunciada por múltiples acciones de corrupción (unos por
acción, otros por omisión) estaría permitiendo un “acuerdo” en secreto, que comprometería
a nuestro país por muchísimos años con una explotación negativa para nuestros
intereses nacionales.
Si así no fuese, ¿por qué el secreto con Chevron, nada menos que una
empresa sospechada internacionalmente de corrupción? ¿No es acaso Chevron el
nuevo nombre de la ex empresa Estandard Oil (EE UU) que en Marzo 1955 le hizo
meter la pata al General Juan Perón en la ex Gobernación Comodoro Rivadavia, y
tan odiada en todo el mundo por su accionar “non sanctas” y en contra de nuestros
intereses locales?
Aquí en nuestro país, una acción judicial por el incorrecto accionar de
Chevron en Ecuador, fue modificada judicialmente la sentencia dictada en contra
de esta empresa, por los buenos oficios de nuestro gobierno federal. ¿Se
conocen las razones para favorecer nuestro gobierno a una empresa que es
denostada por su accionar en contra de los intereses de otro pueblo hermano
latinoamericano? ¿Por qué el secreto?
Acaso ¿estamos ahora ante un nuevo caso de corrupción que
se estaría armando “en silencio” con la anuencia oficial, en nuestro país? ¿A
quién favorece la decisión de no informar al pueblo argentino de lo que él es
el dueño y el soberano del Bien Común? Y todo sucede mientras la atención popular
está dirigida hacia otros temas…
La sociedad toda, el Congreso Nacional y la toda la oposición, además de
los organismos federales competentes, deberían tomar cartas en este asunto “a
tiempo”, exigiendo hacer públicas las negociaciones y proponiendo mecanismos
transparentes de licitación.
Nos preguntamos una vez más: El secreto ¿a quién favorece?
Pedimos al Sr Eduardo Basualdo que nos haga conocer a todos los
argentinos, las causas que lo llevaron a alejarse del Directorio de YPF y su
apreciación para nuestro futuro común. También pedimos a todos los argentinos
de bien, que sin distinción de banderías políticas circunstanciales, trabajemos
para defender nuestro patrimonio nacional, tomando esta causa a tiempo para
evitar nuevos casos de judicialización de corrupciones posibles, luego de
sucedidas.
JULIO P.LOBATO
Presidente de CRUX ONG
GUSTAVO L DE BIANCHETTI
Ing Secretario CRUX ONG