La respuesta es afirmativa: Sí es necesaria una nueva filosofía política en el mundo, y en particular, para nosotros los argentinos, que todavía no tenemos claramente definido qué clase de pueblo deseamos ser: si deseamos ser libres o vivir dominados por ideologías extrañas a nuestro sentir nacional. Ser libre significa que aceptamos librarnos incluso de nuestras propias ataduras y estupideces internas (como ciudadanos y como nación), no impuestas por ningún país extranjero, sino por nosotros mismos al aceptar el dominio de una ideología por sobre nuestro total respeto por la Verdad, sin medias tintas.
En el Mundo Globalizado actual operan 3 grupos de filosofías; a saber: la liberal, la marxista y las orientales (islámica, China, India, otras). Las dos primeras se encuentran en una total revisión porque no lograron lo que se propusieron en el Siglo 19 y 20. Ambas actúan sin considerar la dimensión humana del Hombre, por eso hoy se habla de Neoliberalismo y de Neomarxismo engelsiano, en la búsqueda de un parche que les permita evolucionar.
La filosofía liberal considera únicamente la dimensión económica del ser humano como su valor real y máximo del mismo. La filosofía marxista, toma únicamente la explotación del hombre a favor del partido o Proletariado, que es realmente la explotación del hombre para el servicio al partido (y a los dirigentes). Entre las filosofías orientales la más peligrosa es la islámica, que es explotada políticamente por la teocracia de sus dirigentes religiosos (Ayatolas).
Digamos también que tanto la filosofía marxista como la islámica están decididas (¡ya lo están haciendo!) a imponer y expandir “su verdad” por la fuerza sin respetar la Libertad individual del Hombre. Recordemos que en la década del ’70 el marxismo nos quiso imponer a los argentinos, por la violencia de sus guerrilleros, su pensamiento marxista no democrático. Europa hoy está cuestionada por el islamismo con la pequeña fuerza que ya disponen en esos países.
La que mejor respeta la Libertad individual del hombre es la neoliberal, aunque como toda obra humana, es susceptible de encontrar mejoras en su concepción y aplicación. Las otras son Ideologías. También debemos decir que es la única de todas, que produce valores económicos reales. Una vez obtenida la riqueza se la puede distribuir por diversos métodos. Miremos el caso de la China continental que es comunista en su nivel político elevado, y por debajo es liberal al máximo y compite con todos los países del mundo por la riqueza que puede producir mediante el sistema económico liberal que impera en ese país, desde hace 30 años.
En el caso de nuestro país, debemos señalar que desde 1810 a la fecha, no hemos pensado en la necesidad de crear un pensamiento político propio, sino que nos hemos reducido a copiar las filosofías extranjeras, casi sin adaptarlas a nuestro medio. Existieron durante los siglos 19 y 20 pensadores argentinos que lo han advertido y propuesto, pero no se ha profundizado. Los EE UU en 1779 pensaron lo que necesitaban, y contra toda la corriente del mundo civilizado de ese entonces, crearon algo inédito que hoy se conoce con el nombre de Democracia y República. La Constitución que rige desde esa fecha aseguró a todos sus habitantes la Libertad del Hombre, y con algunas enmiendas reina en ese país y es respetada por todos.
Nosotros no podemos decir lo mismo hoy en nuestra patria. Por ello queda contestada la pregunta, y demostrada que es necesaria crear una filosofía política que satisfaga a nuestras necesidades como pueblo argentino y como Nación.
¿Qué pretende hacer CRUX – ONG en ese aspecto?
“Crux – Ong por el Bien común” se ha creado para hacer política, pero fundamentalmente se ha propuesto “crear conciencias políticas con patriotismo argentino”.
Esa organización no pertenece a ningún partido político. No ataca ni defiende a ninguno. Proponemos políticas partiendo de los Valores de la Ley Natural y del Bien Común. Esto nos acerca al pensamiento cristiano, desarrollado y ejecutado totalmente por laicos, sin ser confesional.
Crux – Ong recibe y pide el apoyo a todos los ciudadanos argentinos de buena voluntad, para que nos ayuden en nuestros propósitos, mediante ideas, críticas positivas, proposiciones, etc que nos permita crecer como ciudadanos argentinos con dignidad, con Justicia y con libertad, dentro de nuestra Constitución Nacional, no por sobre ni contra ella.